Quizá hayas empezado a sentir que es el momento de empezar la terapia, en ese caso es importante que se lo comuniques a tu pareja. Puedes empezar a verbalizar cómo te sientes en la relación.

Es aconsejable que seas sincero sobre tus emociones y los problemas que están identificando en la relación, dejando el tono acusatorio o culpabilizador, ya que esto puede generar más resistencias que ganas de empezar un proceso de terapia. 

En caso de que estéis ambos de acuerdo, podéis elegir un profesional que se ajuste a vuestras necesidades y que os haga sentir seguros y cómodos.

También comentarte que es habitual que uno de los miembros de la relación tome la iniciativa y el otro vaya a regañadientes o desee ir a terapia. Hay personas que a día de hoy tienen resistencias a la hora de acudir al psicólogo. Quizá podamos acordar darle una oportunidad a este proceso.

Si tu pareja no quiere acudir, puedes explicarle el motivo por el que para ti es importante, además le puedes comentar que es libre de hacer lo que necesite, utilizar herramientas de coacción o chantaje no van a resultar funcionales. 

Te animamos a buscar ayuda de forma individual si tu pareja no accede a la terapia. En muchas ocasiones, cuando vamos a terapia individual ganamos bienestar y nos sentimos más satisfechos y contentos. Si tu pareja identifica estas mejorías en ti, puede animarse a buscar ayuda.