¿No te sientes bien contigo mismo? ¿Piensas que no eres lo suficientemente bueno o te cuesta valorarte? Es posible que la percepción que tengas de ti no sea la más sana a nivel emocional. Puede que tu autoestima no se encuentre en sus mejores momentos y sea ocasión de dar pequeños pasos para una mejor autopercepción y mayor seguridad personal.

Mejorar nuestra autoestima es, sin duda, una de las tareas más difíciles a la que nos tenemos que enfrentar, pero también la más importante. Es importante trabajar en nosotros mismos y aprender a reconocer nuestra valía.

Queremos ayudarte y poner nuestro granito de arena para que puedas dar esos pequeños pasos hacia la mejora personal y emocional. Hoy compartimos contigo una serie de ejercicios psicológicos para que puedas identificar y fortalecer ese autoestima que quizá ahora está dañada.

También queremos comentarte que estas propuestas no sustituyen a la terapia, por lo que si estás pasando por un mal momento o bien sientes mucho malestar, no dudes en pedir ayuda psicológica.

¿Qué entendemos cuando hablamos de autoestima?

Podemos definir la autoestima, desde el punto de vista psicológico, como la percepción que cada persona tiene de sí misma. En otras palabras, es la suma de nuestras percepciones, creencias, juicios sobre nosotros y nuestra idea de valía personal.

Esta autopercepción se centra en todos los aspectos de nuestra persona: aptitudes, apariencia física, logros profesionales y personales, e incluso qué relaciones tenemos. Esta se desarrolla en base a los sentimientos, pensamientos, sensaciones y experiencias que tenemos en relación con nosotros mismos.

¿Es posible aumentar o mejorar la autoestima?

Sí, claro que es posible fortalecer nuestra autoestima. El concepto que tenemos de nosotros no es algo fijo o heredado, es algo aprendido de nuestro entorno, a través de la valoración que hacemos de nuestro comportamiento y de la interiorización de la opinión de los demás con respecto a nosotros.

La autoestima por tanto es algo cambiante y que evoluciona a medida que vivimos nuevas experiencias y vivencias. Podemos trabajar para modificarla y entender nuestro pasado y nuestro presente, de una manera más saludable y amable con nosotros mismos.

3 ejercicios para mejorar el autoestima

Una vez somos conscientes de que sí que es posible mejorar nuestra autoestima, ya va siendo hora de trabajar en ella para comenzar a valorarnos como realmente merecemos. ¿No te parece?

A continuación compartimos contigo 3 ejercicios o técnicas psicológicas que puedes aplicar y que te ayudarán a fortalecer la autoestima. ¡Vamos a por ello!

Queremos recordarte que estos ejercicios no sustituyen a la terapia psicológica, por lo que si sientes que tu autoestima está dañada, no dudes en pedirnos ayuda.

Identifica el origen de tu autoestima dañada

Antes de comenzar a construir un cambio, lo primero será determinar de dónde puede venir nuestro problema de autoestima (el origen de todo). Para ello, te proponemos que te preguntes el porqué: “¿Por qué me da miedo esta situación?” “¿Por qué tengo inseguridad ante esta acción?”… Cuando detectes los momentos de tu vida en los que realmente te sientas inseguro, pregúntate, por lo menos, hasta en 3 ocasiones: “¿En qué otros momentos de mi vida me he sentido así? ¿Qué tienen en común?

Para una mejor comprensión vamos a mencionar un ejemplo:

Te encuentras en medio de una reunión de trabajo y consideras que tienes una idea que podría ayudar muchísimo a un problema que se está discutiendo, pero no te atreves a hablar o a pronunciarte. Cuando llegas a casa, en tu momento de tranquilidad, te sientas y te preguntas por el motivo: “¿Por qué no he podido expresar mi idea?”

Puede ser que me sentiese muy inseguro a la hora de hacerlo,

¿Y por qué me sentía inseguro a la hora de hacerlo?

Creo que no soy lo suficientemente competente. ¿Por qué creo que no soy lo suficientemente competente?

Creo que es porque de pequeño me sentía presionado y que no sabía hacer las cosas. Había una profesora que me trataba mal, me hacía sentir que no hacía nada bien y que no llegaría nada.

En este punto podría haber empezado a generarse el problema. Entender de dónde viene nos ayuda a enfrentarnos a ello de otra forma. Nos hace ver que no es algo con lo que nacemos, sino que se trata de algo que hemos ido aprendiendo y que podemos desaprender gracias a la terapia.

Este proceso descrito es un ejemplo, llegar a estas conclusiones generalmente cuesta más de lo que parece e implica bastante reflexión por nuestra parte.

Truco: piensa en experiencias pasadas que te hayan podido marcar o afectar emocionalmente

Cuida cómo te hablas a ti mismo

La autoestima también está relacionada con la forma en la que nos tratamos a nosotros mismos. ¿Has oído hablar del diálogo interior?

El diálogo interior, es esa vocecita que tenemos todos y es la que se encarga de hablarnos, darnos instrucciones, valorar nuestros esfuerzos, etc. Cuando nuestra autoestima está dañada, nuestro diálogo interno tiende a ser exigente y duro.

Por ese motivo, es habitual hacer más caso o dar más importancia a los mensajes negativos, mientras que los positivos pasan a un segundo plano o incluso son ignorados. Los pensamientos negativos pesan más en nuestra balanza interna. Los elogios, la motivación de superación, y los mensajes de autoconfianza quedan eclipsados ante las frustraciones o la autocrítica destructiva.

Cambiar esta situación no es tarea sencilla, ya que nuestro diálogo interno puede llegar a ser algo automático. Cuando tenemos una baja autoestima, nos tratamos mal de forma inconsciente.

Cuando los pensamientos críticos e hirientes nos invaden, podemos hacer el ejercicio de intentar cambiar y redirigir este diálogo interno. Podemos intentar transformar ese “machaque” interno en un lenguaje más amable y justo. No se trata de señalar únicamente lo buenos y maravillosos que somos, sino de poder tratarnos con respeto y amabilidad, de saber decirnos las cosas (incluso las malas) de una forma que no nos dañe.

Por ejemplo: cometer un error, no nos convierte en insuficientes o incapaces de hacer algo. Seguimos siendo personas válidas, los errores son humanos y muchas veces no sirven de trampolín para aprender y mejorar.

La idea es que ese diálogo personal que todos tenemos no se vuelva nuestro enemigo, sino en una forma de querernos y de ayudarnos.

Truco: dedícate un cumplido de vez en cuando

Trabaja también en tus fortalezas

Como decíamos anteriormente, no solo debemos de centrarnos en los mensajes negativos, también hay que ser muy conscientes de lo bueno (porque sí, tú tienes muchas cosas buenas).

Para facilitar esta tarea te proponemos un ejercicio práctico a realizar en casa:

Piensa en los elogios que alguna vez te hayan dicho personas ajenas (tómate tu tiempo): ¿Te han dicho que eres divertido? ¿Te han dicho que eres honesto? Incluso ¿Te han dicho que eres guapo/a?, ¡Perfecto! apúntalo todo en una lista.

Posteriormente, te toca a ti, piensa en las capacidades que tú consideras que tienes. Algunos ejemplos podrían ser: “soy trabajador/a”, “soy paciente”, “soy generoso/a”… y también apuntalos. Estamos seguras de que esto te resultará más complicado, ya que generalmente es más difícil analizarse uno personalmente, pero es importante.

Para finalizar, piensa en todas las cosas que te hacen sentirte orgulloso/a de ti mismo/a, como por ejemplo: “He conseguido sacarme una carrera”, “He conseguido un trabajo que me gusta”…. y añádelo nuevamente a tu lista.

Ahora, toca mirar y apreciar todas esas cosas que han salido de este proceso; ¿Te sientes o te ves igual que hace unos pocos momentos?

Truco: sigue el proceso que te describimos con calma y mucha autoreflexión

Ayuda psicológica para mejorar los problemas de autoestima

Esperamos que las propuestas que te hemos planteado puedan ayudarte un poquito. Si necesitas apoyo, y quieres que te acompañemos en tu proceso de mejora, puedes contar con nosotras. En Naïrela Psicología te escucharemos, y guiaremos en todo momento.

No olvides que una mejor relación con uno mismo es posible.